Fue a través de la meditación que entramos en este mundo de producción. El reto era hacer un cojín que fuera producido en Guatemala dejando la menor huella ecológica posible; con materiales completamente naturales, reciclados, teñidos a mano sin ningún tipo de químico; uniendo esfuerzos con comunidades de mujeres trabajadoras del área rural y la ciudad, cada una aportando su sabiduría y experiencia para hacer de esto colecciones limitadas hermosas, que fueran un reflejo de este trabajo de sinergias que inspirase al meditador en su propia meditación.
Hoy en día hemos ampliado nuestra tienda. No solamente compartimos cojines de meditación, sino también seguimos compartiendo creaciones propias de rituales que traen a nuestra vida salud, bienestar, armonía. También hemos creado comunidad con otras marcas que ofrecen productos locales conscientes. Mantenemos una línea que respeta nuestros valores y cuida la elección de los productos que ofrecemos a nuestros clientes. Siendo estos curados por nosotras mismas.
Somos una plataforma que comparte conocimiento, experiencia, sabiduría, risas, bailes, artes, meditaciones, y mucho mucho más.
Gracias, gracias, gracias
Compartiendo y trascendiendo juntos.